Es muy común que como mamás nos alarmemos cuando vemos algún signo o síntoma de que nuestro hijo está empezando a enfermarse. Antes me daba risa cuando llegaba alguna mamá a mi consultorio y me decía "es que ahorita no trae nada, pero se lo juro, doctora, que ayer no dejaba de toser" o el clásico "todavía no empieza, pero ya le vi la carita de que se va a enfermar porque mírele los ojos, los trae como tristes y él no es así".
Es totalmente válido estar más alertas cuando vemos que para allá vamos, que se enfermó nuestro hijo o hija, sobre todo cuando están chiquitos, porque nos da compasión que no comprenden del todo lo que les pasa. Que no saben que la cefalea, ese dolor de cabeza, se va a ir. O que los mocos pasarán, como cualquier otro malestar.
Entonces, quiero explicar varios puntos importantes para saber qué hacer cuando nuestros niños se enferman. Esto no sustituye la consulta con tu pediatra, debo aclarar. Y también hacer el comentario de que si tú sigues con dudas, con preocupaciones o no estás a gusto con cualquier síntomas de tu hijo o hija, tienes todo el derecho de ir a consultar aunque sea para tu paz mental. Ahora sí, comencemos.
¿Cuándo aparece el moco aparte de siempre?
Los mocos son, de hecho, de las mejores defensas que tenemos en nuestro cuerpo. El ser humano está hecho a base de bacterias, virus, agua y pues, eso, mocos. Los mocos nos sirven para muchísimas cosas y un dato que te parecerá interesante saber es que los adultos producimos a diario 1 LITRO DE MOCO, pero nos los tragamos. De hecho, el intestino también produce moco, esto le ayuda a la popo a salir más fácil de nuestro cuerpo.
La nariz tiene 3 funciones principales aparte de oler: humedecer, limpiar y calentar el aire que llega a nuestros pulmones. Cuando el aire está muy seco, en la temporada de invierno, por ejemplo, produce moco para humedecerlo. Por eso, una de las recomendaciones que te quiero dar como pediatra es comprar un humidificador de aire frío para que en tu casa siempre se respire un aire con un 50-60% de humedad y la nariz no tenga que hacer esta función con tanto trabajo.
Cuando el aire está sucio, por ejemplo, con la contaminación que tenemos en Monterrey, o porque hay virus volando porque no está ventilada la habitación, o porque la primita estornudo y sacó todo lo que traía dentro y lo mandó a volar literalmente...entonces nuestra nariz produce moco para atrapar esas partículas de aire y que no llegue a los pulmones y dentro del torrente sanguíneo.
Cuando el aire está frío, lo calienta. Por eso, si te va a correr a las 5am como yo sé que sueles hacer, ahorita en Diciembre que hace un poco de frío...se te va a soltar el mocasín porque tu nariz va a calentar el aire que respiras.
2. ¿Por qué mi tía dice que moco verde el antibiótico?
Antes se creía que cuando el moco se hacía verde, necesitábamos antibióticos. Y bueno, primero que nada hay que saber que el 95% de las enfermedades en los primeros años de vida son de causa viral. Esto quiere decir que los anti-bióticos (anti-bacterias) no serían de utilidad. La mayoría de las enfermedades virales (si, incluso el COVID-19) se curan solas. Bueno, démosle crédito a quien se lo merece: el sistema inmune se encarga de ellas. ¿Cómo elimina a las enfermedades virales el cuerpo? pues haciendo todo lo que nosotros como papás tratamos de quitarle: tos, mocos, malestar general, fiebre, estornudos...Pareciera que somos los enemigos del sistema inmunológico cuando queremos quitarle todas sus defensas, ¿verdad? Ya hablaremos después de todos los otros síntomas, pero el moco pues también es una de estas defensas.
Cuando el moco de la nariz no fue suficiente para parar al virus, éste entra al cuerpo y entonces nos enfermamos. Los niños suelen enfermarse más rápido y fácil por dos razones principales: porque nunca antes habían estado en el Planeta Tierra (que podamos comprobar) y porque ellos no conocen las reglas sociales del espacio personal y de no babear al de enfrente. Como su sistema inmune apenas está enseñándole a las tropas cómo defenderse, tienen que conocer a los virus para saberlo matar, por lo que suelen tener más síntomas y más duraderos que los adultos.
Hay que saber que el moco tiene un ciclo natural que va cambiando con el tiempo. Empieza siempre como escurrimiento de moco transparente, fluido, normalito. Luego va haciéndose amarillento, menos fluido, más pegajoso...hasta que se convierte en flubber al cabo de unas dos a tres semanas y es ese moco verde asqueroso que provoca los ataques de tos repentinos, nocturnos y que cuando estornudan se les sale enfrente de la tía para que se infarte. Ese moco es cuando ya están a punto de aliviarse y se necesita paciencia y lavados nasales.
3. ¿Cuándo sí me preocupo?
Pues más que preocuparte hay que ocuparte cuando tenemos más de 4 semanas con ese moco verde pegajoso y sin ningún otro síntoma ¿por qué? porque pudo haber llegado una bacteria a ese caldo de cultivo que se hace cuando hay moco estancado (porque no hicimos lavados nasales) y se hizo una sinusitis. Ahí sí necesitaremos antibiótico.
También hay que saber que los datos de dificultad respiratoria sí son para que vayas a consultar o acudas a una sala de urgencias. Recordar que los virus no se "complican" con neumonías. Más bien, hay virus más fuertes que otros y niños con menos herramientas inmunológicas que otras. De hecho hoy en día ya se sabe que el sistema inmune es tan único como la huella dactilar. Por eso el hijo de tu vecina nunca se enferma y el tuyo se la pasa con mocos, y esto es genético (naces con esta predisposición).
4. Respira (literal) y observa
Lo único que podemos hacer ante el moco es comprenderlo (todo lo que necesitamos las personas también, que nos comprendan). Conocer sus funciones y también dejarlo en paz. Hacerle lavados nasales cuando veamos que causa molestia (con solución salina casera o comprada) y hablarle al pediatra cuando aparezcan otros síntomas que ya no nos gusten.
Es bueno saber también que cuando sí estamos enfermos con algún virus respiratorio, el cuerpo encuentra la manera de expulsar el exceso de moco: tosiendo, vomitando las flemas o tragándonoslo y sacándolo por la popo.
Por último, haz paz con el moco y deja de buscar algún medicamento para quitarlo pq funciona más y mejor tomar mucha agua, esto hace que se diluya y sea más fácil de toser o tragar.
Espero que estas palabras les ayuden a conocer mejor el cuerpo humano y tengan más herramientas para saber qué hacer cuando sus niños tengan mocos. Un abrazo apretado!
¡Crack como siempre Doc…!
Abriendo nuestros ojos del conocimiento para traer paz y comprensión ante “creencias ancestrales” y darnos herramientas para transitar esta avenida denominada “crianza de hijos pequeños”
Tan acertadas tus palabras y transmiten la calma que se necesita para acompañar a los pequeñines en su etapa mocosa. ¡Gracias!