Costra Láctea
- Dra. Mariela Cepeda Gil
- 28 jul 2020
- 2 Min. de lectura
La dermatitis seborréica o mejor conocida por el mundo “muggle” como la costra láctea es muy común en los lactantes. Y no, nada tiene que ver con la lactancia materna, por favor no se la quites a tu bebé, recuerda que es su mejor alimento y aporta miles de otros beneficios tanto para mamá como para bebé.
La dermatitis seborréica es una erupción autolimitada (o sea que se quita solita) que consiste en placas eritematosas o rojas con aspecto grasoso, amarillento. Usualmente se distribuyen en áreas ricas en glándulas sebáceas como el cuero cabelludo, el oído externo, el centro de la cara o áreas entre los dedos.

Lo más común es que la dermatitis seborréica ocurra en bebés entre las 3 semanas y los 12 meses con un pico máximo a los 3 meses de vida. La verdad es que aún no sabemos por qué sucede ésta afección de la piel pero lo que sí sabemos es que los andrógenos de la madre se transfieren a través de la placenta para estimular el crecimiento de las glándulas sebáceas del bebé, que son las culpables de producir ésta dermatitis seborreica.

Hay algunos datos que nos indican que la Malassezia, un tipo de levadura dependiente de grasa, tiene algo que ver pero la realidad es que aún no podemos asegurarlo porque hay niños que no presentan la costra láctea y también tienen colonización de Malassezia.
El tratamiento de la costra láctea debe iniciar de manera conservadora partiendo del conocimiento de que es una erupción, que como mencione previamente, se quita solita con el paso de algunas semanas o meses.
Las medidas conservadores con las que iniciaremos son:
1. Aplicación de un emoliente (vaselina, aceite vegetal, aceite para bebé) de preferencia en la noche y sobre todo el cuero cabelludo, para lograr suavizar las lesiones y después retirarlas con un cepillito suave (puede ser un cepillo de dientes suave o un peine para bebé).
2. Lavar frecuentemente con shampoo con shampoo para bebé (te recomiendo el de Mustela) y posteriormente intentar retirar las escaras con un cepillo para bebé suave.
Cuando el caso es persistente o más extenso de lo que nos parecería “normal”, te sugiero platicarlo con tu pediatra para que te recete algún corticoesteroide de baja potencia en shampoo o cremita.
Espero que esta información te haya servido para darte paz y hacerte saber que no hay costra láctea que el tiempo no cure. Nos seguimos leyendo! Bonito día! Y siempre recuerda: LO ESTÁS HACIENDO BIEN.
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